Santi Aldama: «En Europa hay más presión por los resultados que en la NBA»

El jugador canario Santi Aldama (Memphis Grizzlies) aseguró este lunes que en el baloncesto europeo «hay más presión por los resultados» que en la NBA, donde está viviendo «un sueño» y espera «seguir ampliando» su rol en su tercera temporada, después de un primer año «de aprendizaje ‘a full'», mientras que expresó que «es normal que se haya normalizado la victoria» en la selección española, con la que espera disputar el Mundial de este verano.

«La NBA es un sueño que estoy viviendo y la selección es otro. Crecí viendo a la selección, viendo mil partidos en el sofá y ahora puedo debutar, para mí es un sueño, me hace muchísima ilusión. He hablado con (Sergio) Scariolo, con Willy (Hernangómez), con Usman (Garuba), tengo muchas ganas de unirme», reveló el ala-pívot en el Twitch de la Federación Española de Baloncesto (FEB).

El canario, jugador más destacado esta temporada en la NBA con 77 partidos disputados y una influencia notable en la franquicia de Tennessee, no ocultó su intención de, si el seleccionador lo considera oportuno, formar parte de la plantilla que acuda al Mundobasket del 25 de agosto al 10 de septiembre. Así, intentará dar continuidad al «ADN» español.

«Competimos siempre al máximo nivel, da igual contra quién. Hemos tenido una generación que parece insuperable, pero hemos sido campeones mundiales y ganamos el Eurobasket. La identidad del equipo es la misma, confiando en los que están en la pista, jugando el baloncesto español», analizó.

Tras los éxitos en el último Mundial y el Eurobasket del pasado septiembre, ve «normal que se haya normalizado la victoria» en la selección española. «La sensación cuando ganas es tan buena que quieres repetirla. Pero es muy complicado, estás jugando contra las mejores selecciones del mundo. Hemos tenido la suerte de ganar siempre y hay que seguir intentándolo. La victoria es el proceso, si trabajas al máximo, has ganado», señaló un Aldama que ve a «todas las selecciones muy fuertes» para levantar el título.

En el terreno individual, el canario comenzó a jugar en 2019 en Estados Unidos en la Liga Universitaria (NCAA) con los Loyola Greyhounds, donde sus dos temporadas le ayudaron a adaptarse después a la NBA «por el simple hecho de que juegas contra jugadores que probablemente vayan a ir» a la liga estadounidense.

Después, en la campaña 2021-2022, vivió un primer año en la NBA de «aprendizaje ‘a full'». «Como si te lanzasen diez libros a la cabeza y los tuvieras que esquivar», describió. «Entendí cómo iba a todo después de los primeros 15-20 partidos, es un baloncesto diferente al que había jugado, tanto en Europa como en ‘college'», agregó.

«QUIERO SEGUIR AMPLIANDO MI ROL»

«La próxima temporada quiero seguir ampliando mi rol y ayudar al equipo, buscar diferentes maneras de seguir ganando y creciendo. Queremos llegar más lejos en los ‘Playoffs’. Pero no me obsesiono como los objetivos. Trabajo cada día y busco mi mejor versión cada día», apuntó sobre su futuro en la competición en un «equipo ganador». «La base es muy buena, pero solo acabamos de empezar», advirtió sobre unos Grizzlies que cayeron en primera ronda de ‘Playoffs’ ante los Lakers.

Memphis no avanzó a pesar de completar una gran fase regular al toparse con LeBron James. «No hay nadie con más experiencia que él en ‘Playoffs’, es complicado. Competimos, pero nos faltó un punto. Esos Lakers no fueron los que acabaron séptimos. Por supuesto que podríamos haber llegado más lejos», reconoció.

Aunque tiene claro que «en Europa hay más presión por sacar los resultados» que en la NBA. «Aquí, la temporada es tan larga que se preocupan si su equipo va primero, y no hay tiempo para lamentarse al haber más partidos», explicó.

«Eso sí, si quedas octavo y luego avanzas, la gente espera que ganes, como con Miami Heat, que se puso 3-0 y si caen parece un fracaso. Jimmy Butler venía de meter 40-50 puntos… Jugadores como él o Curry meten 28 puntos en un partido y dicen que han hecho un mal partido, hemos llegado a ese punto», reflexionó.

Preguntado por nombres propios de la Liga, Aldama tiene claro que el jugador de Denver Nuggets Nikola Jokic es «el número uno en cuanto a que sientes que vas un paso por detrás». «Con Luka Doncic pasa también, pero Jokic es otro nivel», reveló. Aunque el jugador que más le ha costado defender es «sin duda» Kevin Durant (Phoenix Suns). «Soy un poco más alto que él, pero da igual. Me metió cuatro seguidas… Para él es tan sencillo que pararlo es complicado», lamentó.

También valoró la situación de su compañero Ja Morant, inmerso en varias polémicas extradeportivas por portar armas de fuego en redes sociales. «Es nuestro compañero, le queremos mucho, es una gran persona. Como equipo, tenemos que reagruparnos y centrarnos en el baloncesto, y en que todos estemos bien», valoró.

«TENGO MUCHOS SUEÑOS, QUE ME RETIREN LA CAMISETA SERÍA UN HONOR»

Aldama también abordó sus inicios, en general y en Memphis, donde notó «desde el principio» el legado de Pau y Marc Gasol. «Desde el primer día me recordaban a Marc y Pau, les tienen un montón de cariño. Llegué a un sitio diferente, pero ese vínculo te hace sentir como en casa», dijo.

Siempre tuvo claro que quería jugar al baloncesto, porque le «venía de familia». Es hijo de Santiago Aldama, jugador de equipos como Gran Canaria, Valladolid o Zaragoza. «La altura me lo puso relativamente fácil. Nunca me forzaron, pero me encantó desde el primer momento. Con la genética me hicieron un favor bastante bueno, es más fácil. Si me dedicase a otra cosa, seguiría jugando al baloncesto en mi tiempo libre. Mi madre sí me daba caña con los estudios mientras jugaba, y fui buen estudiante», recordó.

«Tardé en crecer un poco más y me tuve que adaptar con un físico inferior, eso me ayudó cuando fui creciendo. Siempre he tenido facilidad para jugar, y mis padres me han dado caña. Soy bastante calmado, pero mis padres se aseguraban de que cuando jugaba un buen partido, no me flipara mucho, ni que cuando metía cero puntos, pensara que era el peor», añadió sobre su adaptación desde niño.

Ahora, en la NBA, está cumpliendo un «sueño» y se siente «súper afortunado», aunque insistió en que «hay mucho trabajo detrás». «Pero todos somos conscientes de que no hay mejor vida que esta, te dedicas a lo que amas», reiteró.

«Cuando voy a entrenar, pienso en que era el sueño de mi vida y lo estoy viviendo. No puedo ser más feliz, estoy haciendo lo que siempre he querido. Es el sueño de todo niño», reconoció Aldama, que confesó que «sería un honor» que, como a Pau Gasol, le retiraran su camiseta. «Que lo haga un equipo NBA es otro nivel y si son los Lakers ni te cuento…», concluyó.