El Atlético de Madrid ha conmemorado este lunes el primer lustro del Estadio Cívitas Metropolitano con la presentación del Libro ‘Estadio Metropolitano (2017-2022)’, «la casa de los atléticos» y «parte del patrimonio» del club, del cual se sienten «muy orgullosos».
«Me hace ilusión presentar este libro, una obra que resume en imágenes los cinco primeros años de vida de esta instalación, la casa de todos los atléticos, de la que nos sentimos muy orgullosos», afirmó el presidente de la entidad, Enrique Cerezo, durante el acto celebrado en el auditorio del recinto deportivo.
El dirigente fue el primer en tomar la palabra en un evento que contó con la presencia de Antonio Cruz, arquitecto y diseñador junto a Antonio Ortiz del nuevo estadio rojiblanco; el director del Área Social del club, Fernando Fariza; el fotógrafo Iñaki Vinaixa; y el consejero delegado del Atlético, Miguel Ángel Gil Marín. Además de otras leyendas de la entidad como Adelardo Rodríguez y otros participantes del proyecto del Metropolitano.
Durante su intervención, Cerezo recordó que Antonio Cruz y Antonio Ortiz comenzaron con la idea del nuevo estadio en 1991 con el primer diseño, que después adaptaron. «Es una obra arquitectónica que ha recibido numerosos galardones desde su inauguración el 16 de septiembre de 2017. Una obra singular con un diseño de vanguardia», destacó.
«Es un orgullo que este gran estadio forme parte del patrimonio del club», reconoció, antes de desvelar que el libro que homenajea el inicio del Metropolitano «contiene momentos históricos, partidos para el recuerdo y momentos inolvidables», además de la apertura por parte del Rey Felipe VI.
Además, agradeció que la multinacional Wanda les acompañara en ese comienzo y avanzó que ya trabajan en una segunda obra para el siguiente lustro. «Cinco años no son nada, pero han dado mucho para todo», señaló.
Preguntado por el día de la inauguración, el presidente del Atlético Cerezo relató que fue «muy emocionante». «Tuvimos el honor de que estuviera el Rey y se ganó el partido. Han hecho un gran trabajo y no era fácil, tuvimos muchos problemas desde el principio, pero hemos conseguido un estado cómodo y de fácil acceso», recalcó.
«Fue una pena que se ganase la Liga sin gente en las gradas, pero las circunstancias eran esas. Fue una de las cosas más grandes que verá este estadio», comentó sobre el título doméstico logrado en la temporada 2020-2021, cuando la competición todavía estaba afectada por la pandemia del coronavirus.
Por su parte, Antonio Cruz confesó que el proyecto del Metropolitano «ha sido una larga historia que ha dudarado casi 30 años». «En el aspecto deportivo, hicimos un buen trabajo para que un estadio que podría haber sido de atletismo, tuviera esa carácter de intensidad escénica que el fútbol exige. Está muy bien dotado para la llegada de jugadores, la dotación de vestuarios, no hay otro estadio con esas capacidades», valoró.
«Urbanísticamente, es un referente de la zona. Ya es la zona del Metropolitano, con mucha potencia por su tamaño y forma impactante. Supimos unificar el estadio previo, conservar ese primer edificio y que no parezca un ‘frankestein’, sino como un solo conjunto. Era un desafío mantener la primera obra y que ahora todo se vea armónico», explicó.
Además, desde el club insistieron en que el nuevo estadio debía ser un espacio «multiusos», para albergar conciertos, otros eventos deportivos o incluso ser un punto de vacunación, lo que supuso un «desafío» desde el punto de vista social y comercial.
«Ha cambiado radicalmente el posicionamiento de esta zona, teníamos esa responsabilidad con los aficionados al despojarles del Calderón, era un obligación convertir este estadio sin historia en la casa de los atléticos, trasladando parte de la atmósfera del Calderón, y en general se ha conseguido», celebró Fernando Fariza, quien puso en valor que el Metropolitano es un recinto «mucho más confortable» para los aficionados.
Finalmente, Iñaki Vinaixa, artífice de la mayoría de las fotografías que ilustran el libro, manifestó que las conversaciones con el club para participar en este proyecto comenzaron «cuando todavía existía el Calderón». «Todo fue bastante fluido y me dieron libertad absoluta», agregó.