La selección española de surf adaptado volvió a brillar en los Campeonatos del Mundo que se celebraron en la californiana Pismo Beach y donde sumó un total de cinco medallas, un oro, una plata, un bronce y dos de cobre.
La gran protagonista fue María Martín-Granizo, que se proclamó campeona del mundo de la nueva categoría de Stand3 por delante de su compatriota Mireia Cabañes, aunque las dos fueron las únicas participantes. La ganadora dominó claramente la ronda de clasificación, pero en la final hubo mucha más igualdad y se impuso por menos de un punto de diferencia.
Por su parte, la medalla de bronce fue para la malagueña Sarah Almagro en la categoría de Prone2. La andaluz se metió en la final con la segunda mejor puntuación, pero en la lucha por el podio fue superada por las australianas Emma Dieters y Jocelyn Neumueller.
Además, España se hizo con otras dos medallas de cobre, que se otorgan por cuarto puestos gracias a Audrey Pascual e Ibon Oregui. La madrileña, de 18 años y que compitió en esta cita tras prácticamente aterrizar de estar en una prueba de la Copa de Europa de esquí alpino, estuvo peleando por la plata. Tras entrar en la final con la tercera mejor nota, finalmente no pudo con la canadiense Victoria Feige, la chilena Noemí Álvarez y la francesa Emmanuelle Blanchet.
Por su parte, Oregi se metió en la pelea por el podio con la tercera mejor puntuación de los finalistas, pero no pudo colgarse el bronce por apenas medio punto, la diferencia que le separó del chileno Altair Olivares. El galés Llywyn Willians se coronó campeón del mundo por delante del australiano Mark Mono Stewart.
De este modo, en el global de los resultados conseguidos por todos sus deportistas en este Campeonato del Mundo, España finalizó en la tercera posición (10.448) en la general por países tras Estados Unidos (10.890 puntos) y Francia (10.695)