Mónica Plaza presenta en la Universidad Nebrija el coche que pilotará junto a su padre en el Dakar

La piloto y copiloto española Mónica Plaza presentó en el Campus de Madrid-Princesa de la Universidad Nebrija el vehículo BV2 con el que competirá junto a su padre, Manolo Plaza, en la próxima edición del Rally Dakar, que se disputará en Arabia Saudí desde el 31 de diciembre, un proyecto desarrollado por varios ingenieros de la universidad y la empresa Sodicars.

«Nos sentimos muy afortunados al sentirnos tan arropados. El pre-Dakar es a veces más difícil que el propio Dakar. Ojalá os sintáis partícipes del proyecto Nebrija to Dakar», señaló Mónica Plaza, que participará por cuarta vez en el rally más exigente del mundo, mientras que su padre afronta su decimosexta edición.

Ambos tratarán de resarcirse de lo ocurrido en la edición del Dakar 2022, cuando tuvieron que abandonar al cuarto día después de que un camión los embistiera. Tras aquella experiencia, descubrieron que la Universidad Nebrija trabajaba en un proyecto para el Rally Dakar, y este viernes Mónica -Manolo se encontraba en Marruecos- presentó el nuevo vehículo junto al equipo de 15 ingenieros estudiantes de la universidad y los responsables académicos del proyecto y de la empresa Sodicars.

Sodicars, fabricante de vehículos y estructura deportiva con más de 11 años de experiencia en la competición y en el mundo del Motorsport, y la Universidad Nebrija han formado una alianza que ha permitido a los estudiantes ingenieros de la Universidad rediseñar y mejorar el vehículo que participará en los casi 5.000 kilómetros cronometrados del Dakar 2023.

El acuerdo se centra especialmente en el rediseño y las mejoras tecnológicas que se aplicarán en el vehículo BV2 de la marca Sodicars. La Universidad Nebrija lidera la parte de desarrollo tecnológico y gestión técnica del proyecto con un equipo formado por estudiantes de grado y máster de la Politécnica Nebrija mientras que Sodicars se encarga de la gestión operativa del equipo y pone a disposición del proyecto toda su experiencia e infraestructura deportiva.

Sergio Corbera, director del Área del Automóvil y Mecánica de la Universidad Nebrija, y Ángel Pascual, explicaron que las principales mejoras en el coche se han centrado en la aerodinámica, la redistribución de componentes y la bajada de peso, motivada por cambios en los materiales, a fibra de carbono, y en las geometrías de las piezas. «Este año 1 de un proyecto a más años vista se caracteriza por la valentía y la confianza; tenemos que interiorizar que esto no es normal y que este coche haya sido desarrollado por estudiantes. Esta realidad hay que compararla con grandes marcas que disponen de un equipo de 200 ingenieros», afirmó Sergio Corbera.

Tras las palabras de José González, uno de los responsables de Sodicars, que se congratuló de trabajar con gente joven, los estudiantes Borja Díez (doble grado en Ingeniería Mecánica e Ingeniería del Automóvil de la Universidad Nebrija), Santiago López (grado en Ingeniería del Automóvil), Miguel Benito (Máster en Ingeniería de Vehículos de Competición) tomaron la palabra. Mientras Díez habló de imprevistos, esfuerzos y muchas horas dedicadas, sus dos compañeros aludieron al «bucle de rediseño» en que cayeron durante meses para que el vehículo avanzara en prestaciones y fiabilidad.

En la presentación conducida por Paula Narros, Juan Carlos Arroyo, decano de la Politécnica Nebrija, escuela con más de 1.000 alumnos y 200 profesores, recordó que «la vocación de la Universidad Nebrija es el proceso de aprendizaje de sus estudiantes, que aprenden haciendo al emocionarse en proyectos como el de Nebrija to Dakar».