La selección masculina de waterpolo choca con Hungría y no podrá firmar el doblete

La selección española masculina de waterpolo no se pudo clasificar para la final del Campeonato de Europa que se está disputando en Split (Croacia) después de perder este jueves en las semifinales por 10-8 ante Hungría, un rival que le cerró en los momentos claves el camino hacia la portería en la reedición de la pasada final continental.

No habrá doble presencia de España en las finales continentales. Tras el brillante pase del equipo femenino, el de David Martín, actual campeón del mundo, no le pudo acompañar tras un partido en el que el equipo magiar estuvo muy firme en defensa, con los poderosos brazos de sus jugadores entorpeciendo continuamente el ataque del combinado nacional.

Hasta doce blocajes logró Hungría, un aspecto que fue decisivo tanto para que los húngaros se repusiesen al mejor inicio de España como para decidir el billete a su favor en los últimos ocho minutos, donde únicamente permitió un gol, ya con todo decidido.

Pese a este final, el comienzo fue prometedor. Pese a fallar un penalti nada más comenzar por medio de Álvaro Granados, este abría el marcador y los tantos de Bernat Sanahuja y Roger Tahull le dieron una primera ventaja de 1-3, aunque ya por entonces el ‘bosque’ de brazos empezaba a ser una problema.

La campeona del mundo intentó mantenerse firme también en defensa, pero el segundo periodo fue de su rival, que sólo concedió goles a Tahull y Granados, y que, liderado por Adam Nagy, fue capaz de voltear el marcador al descanso (7-5).

Pero la actual subcampeona continental supo rehacerse para recuperar todas sus opciones en un gran tercer periodo donde ‘secó’ el ataque húngaro. Con mucho esfuerzo, con el portero Vogel ganando protagonismo, el cuarto tanto de Granados y el primero de Alberto Munárriz provocaron el empate para los últimos ocho minutos.

Hungría seguía sin encontrar el gol, pero su defensa volvió a ser clave en sus opciones e impidió que los de David Martín se pusiesen por delante. Tras casi once minutos sin anotar, Zalanki puso el 8-7, un impulso para dar más fuerza a los brazos magiares, otra vez casi impenetrables. España se enredó y otro gol de Nagy, tras una inoportuna pérdida, lo puso cuesta arriba, mientras que Vogel detuvo el último intento de dar emoción y a la opción de revancha de la final del año pasado.