La selección española de balonmano Sub-18 se ha proclamado este domingo campeona de Europa en Montenegro tras derrotar a Suecia (32-34) en la final, por lo que revalida así la medalla de la pasada edición del torneo disputada en Croacia, el segundo título para el seleccionador nacional Javier Fernández Jabato.
Un triunfo histórico para la generación 2004-2005, que refleja el sobresaliente trabajo del balonmano español. Así, suma su novena medalla de 2022, la tercera de oro tras el Campeonato del Mundo de Balonmano playa femenino y el Campeonato de Europa Júnior del pasado julio.
La zaga sueca, cerrada en un rocoso 6-0, obligó a los jugadores españoles a buscar el lanzamiento exterior para encontrar el gol en los primeros minutos. El conjunto rival, con un notable ritmo ofensivo, imprimía velocidad al juego, pero se topó con un inmenso Álvaro Pérez en portería.
Gracias al tino de Xavier González desde los siete metros y a los zarpazos de los hermanos Cikusa al contragolpe, los pupilos de Jabato lograron obtener la máxima ventaja pasado el primer tercio de encuentro (4-8) con un parcial de 0-5. Tras un tiempo muerto, el potente Pelle Segertoft tomó las riendas de la reacción de Suecia y los nórdicos redujeron la brecha hasta ponerse a un tanto de empatar (9.10).
Suecia apretó el partido y España, como acostumbra, buscó crecer desde la defensa. Homlberg y el poste se aliaron para evitar que España remontara en el marcador, que lucía 13-12 a falta de cinco minutos para el descanso. Cinco minutos de emoción e intensidad a partes iguales en la que el conjunto nórdico logró mantener la mínima ventaja (16-15).
El intercambio de golpes continuó tras la reanudación. Sin un dominador claro, el partido se mantuvo en igualdad máxima, que de vez en cuando rompía alguno de los equipos tras un fallo rival o una parada. Pol Quiroga se hizo valer con varias intervenciones que ayudaron al equipo español a mantenerse al acecho en el marcador, sin dar un respiro a Suecia.
La picajosa defensa española volvió a dar sus frutos, con dos robos y dos goles al contragolpe que sirvieron para dar la vuelta al partido. Sin embargo, a España le costó defender su renta, aunque logró mantenerse con una estecha renta.
El choque se estancó en los minutos finales y el conjunto escandinavo llegó a ponerse a un tanto del empate, pero un gol de Ferran Castillo, que provocó una exclusión en el equipo sueco, y las intervenciones decisivas de Álvaro Pérez sellaron el triunfo para el equipo español (32-34).