El golfista australiano Cameron Smith se proclamó campeón del Open Británico, último ‘Grand Slam’ de la temporada y primero para su palmarés, después de una tremenda última jornada este domingo de 8 bajo par, mientras que el mejor español fue Jon Rahm.
Saint Andrews fue escenario de un 150 aniversario apasionante, un British que se decidió en el último hoyo y una remontada de Smith que le llevó a lo más alto, cuando empezó el día decisivo a cuatro golpes del noruego Viktor Hovland y el norirlandés Rory McIlroy.
Se repetían las parejas del sábado, pero esta vez fue la de Smith y el estadounidense Cameron Young la que tuvo la inspiración. Smith, habitual últimamente en la lucha de los ‘majors’ hasta que lo logró, no cedió ni un ‘bogey’, con ocho ‘birdies’, cinco seguidos en el inicio de la segunda vuelta. Una tarjeta de campeón.
El australiano tampoco se dejó intimidar por el acecho de McIlroy o Young, con Hovland más descolgado. En el hoyo 17, Smith salvó un par vital para llegar con uno golpe de ventaja al último hoyo, pero ahí, el novato de la PGA y del ‘British’ Young se marcó un ‘eagle’ como broche para igualarle por momentos. El australiano no bajó la guardia y cerró con ‘birdie’ para volver a mandar en solitario.
El -20 obligaba a McIlroy a otro ‘eagle’ para forzar al menos el ‘play-off’, pero el campeón de cuatro ‘majors’ no tuvo la mejor salida y el milagro, aunque fue capaz de hacerlo en el hoyo 10 del sábado, no se produjo. Smith, campeón este año de The Players, dio el salto que venía ensayando en la cuna del golf.
Saint Andrews estaba señalado por muchos o más bien todos. Para Rahm, con el sueño de emular a Severiano Ballesteros, las opciones se esfumaron el sábado. Muy lejos de la cabeza, el domingo del vasco volvió a ser correcto, en dos bajo par y un total de -7 para terminar 34º, a remolque de un mal inicio con ‘bogey’ y ‘doble-bogey’ en los hoyos tres y cuatro.
El campeón el año pasado del US Open demostró que nunca deja de competir y remontó para mejorar su sabor de boca en tierras escocesas, aunque este 2022 no termina de explotar para el exnúmero uno del mundo. Mientras, Sergio García dejó este domingo uno sobre par, -2 en total, pero más contundente fue su despedida.
«Tengo bastante claro lo que voy a hacer con el Circuito Europeo. Probablemente dejarlo. Sinceramente quiero jugar donde me quieren, en el Tour Europeo no me siento querido ahora mismo», valoró el castellonense en zona mixta del Old Course, después de su marcha al Liv Golf saudí. El otro español en liza, Adri Arnaus, firmó un 72 final, y un +1 en total, con la guinda de un ‘eagle’ en el 18.