El inglés Matt Fitzpatrick gana el US Open

El golfista español Jon Rahm sufrió un aciago domingo en el US Open para terminar duodécimo cuando arrancó la última jornada a un golpe del liderato en The Country Club, donde conquistó su primer ‘major’ el inglés Matt Fitzpatrick en un bonito desenlace.

Rahm llevaba un prometedor camino hacia la defensa del Abierto de Estados Unidos que ganó el año pasado. El vasco, que llegó a colocarse líder en el penúltimo hoyo del sábado, falló en el asalto final, lejos de su segundo ‘Grand Slam’ y el décimo para España.

No le salió nada al de Barrika, en especial los tiros a bandera. El viento no quiso ser partícipe del domingo en el mítico recorrido de Brookline, Massachusetts, la lluvia la noche anterior lo dejó receptivo, pero como le dijo un aficionado en el hoyo 10, después de fallar un ‘putt’ de dos metros: «Hoy no es tu día, Jon».

Rahm contuvo la rabia como pudo, pero realmente no le salía nada al número dos del mundo. Los primeros 9 los cerró con dos ‘bogeys’, y con otro más en el 10 se vio a seis de la cabeza. Un único ‘birdie’ en el 11 no cambió el panorama para un Rahm que terminó en +4 el día, +1 en total, a siete golpes del campeón Fitzpatrick.

La lucha por arriba la empezaron y la terminaron el inglés y el estadounidense Will Zalatoris. En la segunda vuelta ya era cosa del partido estelar, ambos presionados por el número uno del mundo, el estadounidense Scottie Scheffler. En el hoyo 11, un Zalatoris con su primer ‘grande’ entre ceja y ceja a pesar de jugar solo su noveno torneo tomó ventaja haciendo ‘birdie’ y con el ‘bogey’ del inglés.

Las tornas cambiaron en el hoyo 15, del empate a menos cinco a dos de renta para Fitzpatrick con tres hoyos por jugarse. Zalatoris recortó con ‘birdie’ en el 16 y en el 18 estuvo a un centímetro de forzar del desempate, el guion del US Open para decidir campeón en las tres ediciones anteriores celebradas en Boston.

El pulso lo ganó Fitzpatrick para lograr su primer ‘Grand Slam’ en el mismo escenario donde ganó el US Open amateur en 2013. Scheffler se quedó a un golpe, como Zalatoris. Por detrás, el japonés Hideki Matsuyama, el estadounidense Collin Morikawa y el norirlandés Rory McIlroy demostraron que el campo estaba para hacer buenas vueltas, aunque no fueron suficiente sus remontadas.