Jorge Lorenzo: «Dormía poco los fines de semana, ese era mi único punto débil»

El expiloto español de MotoGP Jorge Lorenzo dio detalles de su carrera, momentos mejores y peores, para confesar su «único punto débil» en su dedicación a veces excesiva, que le hizo en alguna época no disfrutar de un Mundial que ahora vive como comentarista, viéndose reflejado en la pista con el estilo de Fabio Quartararo.

«Mucha gente dice que nos parecemos mucho, yo también lo creo. Es un poco más agresivo acelerando que yo, mueve un poco más la moto. Pero sí, los dos nos abrimos mucho, intentamos preparar la salida a la curva frenando un poco antes y abriendo el gas muy pronto», dice el balear, en una entrevista en ‘La Caja de DAZN’.

El cinco veces campeón del mundo se estrena esta temporada comentando las carreras que no hace mucho peleaba en el asfalto. «También se descuelga, como yo, mucho de la moto y sí, nos parecemos bastante. Y justamente, ganó el Mundial de MotoGP con 23 años, igual que yo lo hice en el año 2010», añade sobre el defensor del título.

En la íntima entrevista con Dazn, Lorenzo no oculta que su pasión por el trabajo sobre la moto y su búsqueda de la perfección le llevó a pasar momentos complicados. «Era muy perfeccionista y un día Wayne Rainey, cuando hablábamos por teléfono, me lo dijo: ‘Oye, no te olvides nunca de disfrutar, porque a mí me pasó que me obsesionaba tanto con la perfección y tanto trabajar, que al final no disfrutaba’. Se volvió en mi contra porque siempre pierdes felicidad y al perder felicidad y alegría, pierdes rendimiento», dice.

«Lo sufrí mucho en el año 2019, no me iban las cosas, me lesioné en pretemporada. Y para poder revertir la situación de Honda, solo entrenaba y entrenaba desde las 9 de la mañana y no hacía nada de ocio. Entonces, entré en una especie de depresión, no era feliz, no estaba motivado. Años antes, ya me pasó algo similar y ahí, pero cambié un poco el chip», añade.

Lorenzo se sincera además con las cosas que pudo hacer mejor durante su exitosa carrera. «Era muy trabajador y cuando llegaba al paddock, trabajaba muchísimo, pero tenía un problema y era que me iba a acostar muy tarde. Creo que si hubiese sido más disciplinado, si me hubiese ido a acostar dos horas antes y hubiese descansado más, hubiese obtenido mejores resultados», explica.

«Había algunas carreras que llegaba con un poco menos de energía. Con unas horas más de sueño, hubiese llegado con más energía y más fuerte para luchar por la victoria en vez de hacer segundo o tercero. Ese era mi único punto débil, que al final muchas distracciones, no las voy a decir aquí, que me hacían acostarme muy tarde y dormía poco los fines de semana», añade.

Además, el balear recuerda su salida de Yamaha en 2016, uno de los momentos más agridulces de su carrera. «No me sentó muy bien que, al ganar el campeonato, los que de verdad mandaban en Yamaha no estuviesen muy efusivos. En cierta forma, era normal con mi reclamación al TAS, que ensució un poco el espíritu de equipo», confiesa.

«Un poco los dos mirábamos por nuestro interés y yo miraba por el mío. Por eso, intenté jugar mis cartas y eso no sentó bien en Yamaha. En cierta forma, a Yamaha yo creo que le interesaba más que ganase Valentino (Rossi), por el tema mediático más que nada. Pudiendo elegir uno de los dos, seguramente Valentino (Rossi) por ese aspecto», añade.

Lorenzo termina valorando su experiencia en la retransmisión y un futuro en familia. «Sé bastante de lo que voy a hablar e intentaré ser lo más natural posible, aportar información técnica fresca desde lo que he vivido y divertirme también», explica, antes de ser preguntado por ser padre en un futuro y transmitir su profesión.

«No me gustaría. No sé si seré padre en el futuro pero, si lo soy, intentaría evitar que fuese piloto. Primero, porque igual no lo va a necesitar, el tener que elegir un deporte de tanto riesgo, y si lo quiere hacer, no le voy a patrocinar», termina.