La piloto española Laia Sanz se proclamó campeona del mundo de trial por 14ª vez, a pesar de ocho de ausencia en la disciplina, después de vencer este sábado en el TrialGP de Portugal, última y decisiva prueba del calendario.
En la localidad de Gouveia, Sanz recuperó la corona y agrandó su leyenda. «Hoy ha sido muy duro psicológicamente, una verdadera tortura. Hacía muchos años que no sufría tanto, de nervios, presión, ha sido un día muy difícil, pero estoy muy contenta. Después de todo lo que vengo sufriendo en los últimos años, me merecía este título más que nunca», dijo en declaraciones facilitadas por KH-7.
La de GasGas, que tiene otros cinco títulos mundiales en Enduro, llegaba a la última prueba del Mundial como segunda clasificada, aunque dependiendo de sí misma para hacerse con el campeonato. Sólo le distanciaba un punto de la líder Emma Bristow, con lo que la española tenía la obligación de acabar por delante.
«He sufrido al principio porque he arrancado un poco tensa y nerviosa. En la zona 2 he hecho un 1 y en la tres un 3, que no tocaba, y la verdad es que he empezado algo cuesta arriba. Pero a partir de ahí he comenzado a afinar mucho y hoy diría que es el que he ido mejor en moto de todo el año», dijo la catalana.
En la primera manga, Sanz sumó 4 puntos y en la segunda solo 2, para terminar en la general con 111 puntos por los 107 de Bristow y los 94 de la también española Berta Abellán. El regreso de una Sanz que se quiso dedicar más al Rally Dakar termina con un título especial, ya que los últimos tres años tuvo que lidiar con una mononucleosis, la Fiebre Q y la enfermedad del Lyme.