El Memorial, el torneo de Jack Nicklaus, elevó a las primeras posiciones a los dos españoles en curso. Rafa Cabrera, 68 golpes, y Jon Rahm, 69, se unieron al elevado ritmo que definió Collin Morikawa (66) para ocupar las posiciones de vanguardia tras la primera jornada, inacabada por las tormentas que interrumpieron el transcurso en dos ocasiones. La segunda a las 6.41 hora local, con jugadores aún en su primer tercio del recorrido. Sólo la mitad del ‘field’ acabó la jornada.
Cabrera, que era tercero hasta la interrupción por material eléctrico, firmó cuatro birdies y un bogey. El canario emite señales bien distintas en esta parte de la temporada de lo que ha hecho a lo largo de los últimos meses. Rafa aprovechó lo empapado de los greenes, que los hicieron receptivos, para construir una vuelta que mereció más. «Noto que mi juego está cerca de mis mejores días», advirtió el canario, muy ilusionado con la manera en la que responde la bola ahora con sus hierros e incluso con el putter. «No he hecho ningún cambio especial estas semanas, pero los resultados me están dando confianza».
Rafa se coló entre los primeros, como Jon. Cinco birdies y dos bogeys le dejaron a tres golpes del liderato, pero disfrutando del escenario de un torneo que le agrada, y proclive a los cambios continuos de líder.
«El rediseño lo hace aún más especial. Lo han complicado un par de golpes por vuelta, aunque con la lluvia, los greenes estaban receptivos» y se podía tirar a muchas banderas como hizo Collin», dijo Jon cuando fue interrogado tras la primera vuelta de la edición en la que defiende el título y en la que hizo el mismo comienzo que en 2020, curso que tuvo dos ganadores en este escenario de Muirfield Village, al celebrarse de forma consecutiva el Workout, con Morikawa precisamente como campeón, y el mencionado éxito del golfista de Barrika.
