El homenaje de Messi a Maradona le puede salir caro al Barça. Todo a punta a que, pese a ser un homenaje al ’10’, el delantero (o el club) tendrá que pagar 3.000 euros a la RFEF. Sabido es que la Federación, al igual que los árbitros, cumplen con el reglamento y ‘no entienden’ de homenajes, tanto es así, que Messi vio la amarilla después de mostrar la camiseta de Newell’s.
El Código Disciplinario de la RFEF es claro y dice lo siguiente: «El futbolista que, con ocasión de haber conseguido un gol o por alguna otra causa derivada de las vicisitudes del juego, alce su camiseta y exhiba cualquiera clase de publicidad, lema, leyenda, siglas, anagramas o dibujos, sean los que fueren sus contenidos o la finalidad de la acción, será sancionado, como autor de una falta grave, con multa en cuantía de hasta 3.000 euros y amonestación”.
Pero los problemas se extienden más allá de la simple anécdota de la tarjeta amarilla y la posible sanción y es que la camiseta de Newell’s Old Boys es de Adidas y el Barça viste de Nike. Por lo que la compañía americana prohíbe a cualquier jugador, bajo la disciplina del club -y exceptuando las botas- que pueda enseñar otra marca.
El problema está en que en la celebración del gol, el argentino incumplió el contrato que Nike tiene con el Barça en el que deja claro «en un acto colectivo más allá de las botas para jugar, Nike patrocina de forma oficial al conjunto blaugrana», por lo que el gesto de Messi podría tener consecuencias también para el club.
Guillermo Ricaldoni, director de We Are Sports, especializado en márketing deportivo, explicaba en ‘La Nación‘ que Messi: «No debió haberlo hecho. Al menos, debió haber tapado las marcas. Hay que ser profesional en las buenas y en las malas. No cambiaba nada si tapaba las marcas, el homenaje estaba hecho. Debió haber mantenido un respeto por la institución para la cual trabaja», dijo el experto.
