Me parece un tanto exagerado el numerito que están montando algunos tenistas por las condiciones climatológicas de Roland Garros. Estaban avisados. El Covid ha trastocado los planes de todos los eventos deportivos, no solo del tenis. Es evidente que ningún deportista va a estar a gusto con la temperatura. Pero para eso se ha inventado la ropa deportiva térmica. Lo demás, sobra.
El otro día la tenista rusa Azarenka se retiró al vestuario por la lluvia, reprochando la temperatura a la juez, y posteriormente volvió para vencer a Kovinic. Le dijo que ella estaba acostumbrada a temperaturas más cálidas, etc. Pero el frío y la lluvia es para todos los participantes y por eso todos juegan en igualdad de condiciones. Por tanto, ¿a qué viene tanta queja estéril?
Cualquier deportista debe estar preparado para afrontar una prueba en estas condiciones. Es evidente que no son las mejores, pero son las que tocan. Imaginaos lo que va a suponer correr la Vuelta a España y subir un puerto de Primera en pleno mes de noviembre (si no la cancelan por la pandemia, claro).
Creo que cualquier deportista de élite está más que preparado –psicológica y físicamente- para afrontar casi cualquier prueba con una climatología adversa. No serán las mejores circunstancias, pero son para todos las mismas.
Así que menos quejas y a jugar sin lloriqueos. Porque os puedo asegurar que hace mucho más frío en la calle, donde han terminado miles de trabajadores de nuestro país por culpa de la pandemia. Y ellos no se pueden ni quejar.
Dixit.
