La tenista hispano-venezolana Garbiñe Muguruza estuvo cerca de dar una de las sorpresas negativas de la jornada en Roland Garros, tercer y último Grand Slam de la temporada, pero supo reaccionar a tiempo y sobreponerse a un mal día para imponerse en su estreno a la eslovena Tamara Zidansek, 81 del mundo, por 7-5, 4-6 y 8-6.
La de Caracas llegaba a París tras las buenas sensaciones ofrecidas en la tierra batida en Roma, donde peleó por llegar a la final, pero todo es buen tenis desapareció en su debut en el pista Simonne-Mathieu, donde tuvo que ‘batallar’ por espacio de tres horas para lograr su pase a la segunda ronda y evitar una eliminación en primera ronda que nunca le había pasado en este torneo.
Pero a la campeona de 2016 le faltó tener un tenis más regular para haber tenido un debut más plácido, todo un carrusel entre ambas jugadores y en el que estuvo contra las cuerdas tras verse 3-0 abajo en el tercer y definitivo parcial, momento donde supo mantener la calma para firmar una remontada que le debe ayudar para su futuro en el ‘grande.
Muguruza supo superar un mal día, empezando por su servicio. Apenas pudo jugar con primeros para imponer su habitual juego agresivo y el segundo saque no le funcionó tampoco, cometiendo ocho dobles faltas, aunque curiosamente seis de ellas fueron en la manga que se llevó. Y luego, fue un auténtico caudal de errores no forzados (64) que ayudaron a que su rival se fuese asentando y cogiendo confianza hasta rozar la sorpresa.
El duelo ya no comenzó bien para una Muguruza que perdió su servicio y se vio muy pronto 3-0 abajo. Sin embargo, reaccionó de la mejor manera posible y con cinco juegos seguidos se quedó cerca de cerrar el set, pero de nuevo volvieron los errores cuando sacaba para ello y dio algo de vida a Zidansek, que no aprovechó esa concesión y cedió una vez más su servicio con 5-5, esta vez ya de forma fatal.
La hispano-venezolana no sacó partido a esta ventaja y continuó demasiado irregular en su tenis, sin poder parar sus errores no forzados. Pese a ello, llegó a tener dos ventajas en la segunda manga con saque con 2-1 y, sobre todo, 4-3, pero no acertó a sentenciar y el partido se le puso cuesta arriba.
La eslovena, que tenía como tope en un grande una segunda ronda, le endosó seis juegos seguidos para igualar el partido y ponerse con un amenazante 3-0 en el tercer y definitivo set. Ahí, la doble ganadora de Grand Slam consiguió reaccionar, encontrando en la calma la mejor fórmula para compensar sus aciertos y errores, e igualó a tres para abrir un nuevo partido.
Muguruza tuvo opciones en un ‘eterno’ séptimo juego, pero luego tuvo que salvar una bola de ‘break’ en el siguiente para mantenerse dentro del duelo. La hispano-venezolana encontró más regularidad en el tramo decisivo y pudo respirar tras una rotura en el decimotercer juego que esta vez no dejó escapar.