Los Boston Celtics renacieron y recuperaron la sonrisa después de vencer por 117 a 106 a los Miami Heat en el tercer partido de la final de la Conferencia Este y poner el 2-1 en el global. Un encuentro en el que siempre fueron por delante, de la mano del dúo formado por Jayson Tatum y Jaylen Brown, pero que sufrieron hasta el final para certificar el triunfo.
Tras lo sucedido en el segundo partido y con el aliciente de la vuelta a las pistas de Gordon Hayward, los verdes saltaron a la cancha con ganas de demostrar que aún no tienen perdida la eliminatoria. Como en los anteriores encuentros, los de Brad Stevens llevaron la manija del encuentro durante la primera mitad, principalmente gracias a la aportación de Brown y Tatum, que finalizaron el choque con 26 y 25 puntos respectivamente.
