Arreciaba la lluvia en el Bernabéu cuando los dos equipos salían al campo y la impresión no pudo ser mejor: césped mojado y circulación rápida del balón.
Madrid y Barça salieron con sus dos estilos característicos pero, ambos, con la intención de tener la pelota. Los primeros minutos de partido no tuvieron dominador claro pero sí uno contendiente peligroso y ese fue el conjunto dirigido por Zidane que llegaba por la banda izquierda con Marcelo y Vinicius como una exhalación.
El Barça tardó en despertar del letargo de la presión del Madrid pero a los 20 minutos tuvo la ocasión más clara en las botas de Griezmann en un remate tras una internada de Jordi Alba por la banda derecha que terminó rematando el francés y marchándose por encima de la portería de Courtois.
El dominio por la posesión siguió equilibrado pero los de Setién eran los que más peligro llevaban en las áreas, tanto es así que Courtois salvó a los blancos en un mano a mano con Arthur que ganó en la carrera a Kroos y se plantó dentro del área contra el guardameta belga.
Messi también probó suerte desde dentro del área en un tiro fuerte pero al centro que rechazó Courtois, erigido como con el mejor de los de Zidane en la primera parte, que el único peligro que generó fueron las internadas eléctricas de Vinicius pero que nunca acabaron en ocasiones de peligro. El brasileño lo intenta pero todavía le falta, aunque el Bernabéu le sigue perdonando.
La segunda parte arrancó igual que terminaba la primera, con dominio de los de Setién pero con algunos fogonazos del conjunto madridista como el de Isco que, desde la esquina del área grande, hizo emplearse a fondo a Ter Stegen, la primera gran intervención del partido y la que, mediados diez minutos de la segunda parte, cambió la cara al juego de los blancos. Al Madrid le vale con un casi para cambiar el partido.
Un remate de cabeza, de Isco, que siempre parecen remates forzados los que hace el malagueño, volvió a poner en apuros al portero azulgrana que volvió a emplearse y rozó lo justo para volver a salvar al equipo. Benzema también remataba a pase de Carvajal un balón al segundo palo.
El primer cambio de Setién revolvió el ataque azulgrana quitando a Vidal y dando entrada a Braithwaite que en el primer balón que tocó tuvo un mano a mano que paró Courtois pero en la jugada inmediatamente posterior, Vinicius abría el marcador para los blancos.
Balón de Kroos a la espalda de Semedo para Vinicius que se internó hasta el área pequeña en la única ocasión en la que Piqué no estaba pegado a su espalda y el tiro del brasileño lo tocó el central que desvió la trayectoria del balón y acabó en gol.
Tras el gol, la locura. El partido se rompió gracias a la velocidad de Braithwaite y el ansia por igualar la contienda de los visitantes mientras que el Madrid se contagió del ímpetu y se desbocó, tanto que Zidane dio entrada a Modric por Isco para controlar el tempo del partido.
Visto cómo estaba el partido Setién apostó por dar entrada a Ansu Fati en lugar de Griezmann, bastante desaparecido en el partido, y a Arthur por Rakitic para contener el centro del campo y volver a la tranquilidad y el control. Vinicius tras el gol no paró de correr y de seguir intentando marcar un gol más para conquistar, más si cabe, a la afición local.
Valverde tras sentir algunos calambres después de volver a exprimirse al máximo en otro partido, dio paso a Lucas para mantener la tensión en ataque y no retroceder como pasó en el partido ante el Manchester City que les costó dos goles.
El Barça buscó el gol hasta con Ter Stegen en el remate pero la sorpresa llegaría con Mariano. El delantero madridista salió en el descuento y con fe y oficio en el primer balón que tocó, después de haber jugado solo 44 minutos en toda la temporada, hizo el gol que sentenciaba a los azulgranas.
El Madrid se coloca líder en solitario de LaLiga Santander y con el gol average a favor frente al Barcelona en un partido que puede sentenciar la competición.