La Supercopa de España ha constatado dos evidencias. La primera es que el fútbol femenino es algo imparable, el Helmántico disfrutó con un partido de fútbol en el que solo hubo un claro dominador, el Barça y esa, es la segunda evidencia, ahora mismo y hasta que la inversión no vaya a más, el conjunto blaugrana no tiene rival.
El partido arrancó con una reivindicación que fue aplaudida por el estadio entero. Nahikari sacó de centro y el juego se paró, durante un minuto, por la protesta de las jugadoras que siguen sin alcanzar y firmar un convenio colectivo digno.
Tras el inicio reivindicativo comenzaron las hostilidades y solo hubo un color en la primera parte, el amarillo de la segunda camiseta del Barcelona. El marcador lo abrió Marta Torrejón a los cuatro minutos y la sangría no la pudieron parar las jugadoras de Arconada que apenas salieron de su campo.
Alexia marcaba a los dos minutos el segundo y, el partido empezó a recordar a la final de la Champions entre Barça y Olympique de Lyon, cuando las francesas consiguieron abrir el marcador empezaron a caer los goles del bolsillo y así pasó.
La primera parte trajo las malas noticias para ambos conjuntos ya que a los 20 minutos llegaba el primer cambio por lesión en la Real Sociedad, se marchaba Bárbara Latorre y entraba Nerea Eizaguirre, malas noticias para las donostiarras pero, en la siguiente jugada, la réplica del cambio era azulgrana y Leila, lesionada, salía del campo y entraba Crnogercevic.
Marta Torrejón, Oshoala y Hansen metían tres goles más en menos de 5 minutos (en el 32, 34 y 36) y sentenciaban más si cabía una final que solo ha tenido un color. Para más drama, antes del descanso, las jugadoras donostiarras se marchaban a los vestuarios con otro doblete, esta vez de Alexia que anotaba el sexto.
La segunda parte fue la continuación de la primera. Oshoala en una internada en velocidad por la banda hacía el séptimo y hundía más a las donostiarras que ya solo pedían que se acabase el partido después de que Marta Torrejón hiciera el octavo.
La alegría, si puede llamarse así, la puso Manu Laredo que anotó el ‘tanto de la honrrilla’ para poner el 1-8 en el Helmántico.
La superioridad del Barcelona es tal que Marta Torrejón hizo su cuarto gol, poniendo el décimo en el marcador, con número de delantera más que de lateral. Antes, el 1-9 lo ponía de cabeza Candela.
El conjunto catalán se lleva la primera Supercopa de España demostrando una superioridad nunca antes vista en una final en un terreno de juego. El festival de goles fue tal que, el fútbol masculino, puede aprender de ellas.