Final

Klopp guía al Liverpool en la conquista de su sexta Champions League

Nunca nos cansaremos de decirlo, de leerlo y de contarlo. El fútbol es maravilloso, incomprensible e inexplicable. La gente no había dejado la bebida cuando Skomina, a los 25 segundos y con bastante rigor pero con la venia del VAR, pitaba penalti. Una balón que intentó centrar Mané y que se topó con el pecho-mano -o mano-pecho- de Sissoko. Penalti. Salah recogió el balón y, con temple, mandó el esférico al fondo de la red. Un año después de que se marchara con lágrimas en los ojos por lesión, el fútbol le regalaba la gloria de abrir el marcador de la gran final.

Lo que vino después del gol fueron los gritos de la afición del Tottenham para intentar levantar al equipo tras el golpe y la respuesta de la afición del Liverpool, porque de fútbol hubo poco. El partido se tornó en un dominio del Tottenham que no capituló y lo intentó durante toda la primera partecon posesión y llegadas pero sin apenas terminar la jugada. Remar para morir en la orilla del área de Alisson, donde todos los balones se esfumaban.

Mané fue el único de los ‘reds’ que llevó peligro. Muy activo durante los primeros minutos de la primera parte pero que terminó diluyéndose por el campo mientras que las contras del Liverpool en las botas de Robertson y Henderson era lo único que llegó a merecer la pena.

El inicio de la segunda parte tuvo el mismo guion que toda la primera parte. Dominio del Tottenham que esta vez sí llegó hasta la frontal del área pequeña incluso, mientras que el Liverpool aguantaba los envites.

No tardó Klopp en mover el banquillo aunque sus jugadores llevaban parte de la primera mitad calentando y sacó al campo a Origi en sustitución de Firmino, desaparecido durante todo el partido pero agradecido al míster que le dio la oportunidad de salir en el once inicial siendo duda durante toda la semana. El segundo cambio fue la entrada de Milner por Wijnaldum. Los dos primeros cambios del partido, hechos por el que iba por delante del marcador. Lo inexplicable y maravilloso del fútbol.

Pochettino respondió a los cambios de Klopp sacando al campo al héroe de Ámsterdam, Lucas Moura, por Winks y a Dier por Sissoko, el de Mali tuvo una mal inicio de partido y no pudo arreglarlo a lo largo de un partido en el que se le vio nervioso.

Los ‘Spurs’ mantuvieron con los cambios el nivel que se les exigía para ir por detrás en el marcador y el Liverpool se entregó a la defensa del resultado y a esperar una contra peligrosa con la velocidad de Mané, que actuó como un puñal en los pocos balones que tocó.

Lo inexplicable del deporte es que tras los ataques del Tottenham, las llegadas y el dominio, el Liverpool por medio de Origi, en el minuto 87, sentenciaba a los de Pochettino. El belga se convirtió en el nuevo héroe del Liverpool que cerró un partido de sorpresas para llevarse la sexta Copa de Europa.

No podía ser de otro modo. Un club de la historia del Liverpool hereda la ‘orejona’ tras 1.099 días de dominio del Real Madrid en Europa.