El acontecimiento mundial más esperado del golf sucederá este fin de semana. El primero de octubre. La Ryder Cup volverá a enfrentar a Europa y Estados Unidos por un hueco en el palmarés histórico. Europa es la actual vencedora y es el equipo dominador desde que arrancase este milenio. Desde 2002, el equipo europeo se ha hecho con la victoria en seis ocasiones de siete.
Estados Unidos quiere recuperar un título que no vence desde 2008, año en el que la selección de las ‘Barras y Estrellas’ se hizo con la victoria por cinco puntos en el Valhalla Golf Club de Louisville, Kentucky. Este 2016, el equipo de Davis Love III parte como favorito ya que juega en casa, en el recorrido del Hazeltine National Golf Club, en la localidad de Chaska, Minnesota, y ante una joven y poco experta Europa.
Atrás quedan los años en los que el dominio de Estados Unidos era apabullante, primero ante Gran Bretaña que durante 44 años fue su principal rival, luego ante Gran bretaña e Irlanda, aventura que duró tres ediciones (1973, 75 y 77) con sendas derrotas por la parte “europea”. La incorporación en 1979 del “Equipo Europa” igualó las cosas.
Europa ha alcanzado el éxito absoluto en el siglo XXI y, ahora, el objetivo para la formación capitaneada por Darren Clarke, relevo de Paul McGinley, es hacer historia con una cuarta victoria consecutiva, algo inédito en las filas europeas que siempre han tenido el tope de tres éxitos consecutivos.
La tarea de revalidar título no se presenta sencilla para Europa en esta edición en la que Davis Love III y todo su equipo intentará que no ocurra como hace dos años con aquella remontada in extremis de la selección de McGinley. Estados Unidos lleva un equipo potente, con 10 de los 12 jugadores con “experiencia Ryder”. Las importantes bajas de Bubba Watson y de Tiger Woods serán suplidas por los debutantes Brooks Koepka y Ryan Moore. Los dos rookies se unirán a Rickie Fowler, Phil Mickelson, Jordan Spieth, Zach Johnson, Matt Kuchar, Patrick Reed, Brandt Snedeker, JB Holmes, Jimmy Walker y Dustin Johnson.
Tanto Tiger como Bubba se unirán a Furyk en la vicecapitanía de la selección americana, buscando más suerte desde el banquillo que como jugadores. El que no se rinde y seguirá en la lucha por devolver la copa a Estados Unidos será Phil Mickelson, el hombre mito de la selección, el jugador con más participaciones y con más partidos jugados del equipo americano.
Europa, la inexperiencia
Europa llega al partido que se disputará en Minnesota con mucha gente joven e inexperta ya que cinco de los jugadores no saben lo que es disputar una Ryder Cup. Sergio García compartirá equipo con Rafa Cabrera-Bello, el nuevo prodigio español del golf.
A los españoles se unirán, seis ingleses, Danny Willet, Matthew Fitzpatrick, Justin Rose, Andy Sullivan, Lee Westwood y Chris Wood; un alemán Martin Kaymer; un norirlandés, Rory McIlroy; un belga Thomas Pieters; y el sueco Henrik Stenson. Así es, una Europa repleta de ingleses para demostrar que el ‘Brexit’ es solo política.
Pese a no ser favorita para alzarse con el trofeo, Europa cuenta con el campeón del Masters de Augusta (Willet), el del ‘British’ (Henrik Stenson) y al primer campeón olímpico en más de cien años (Rose), jugadores que se tendrán que enfrentar a la veteranía de los americanos y a la presión del vencedor del US Open (Johnson) y del PGA (Walker).
Un formato que iguala los equipos
Los dos primeros días se disputan ocho partidos de dobles (cuatro por la mañana y cuatro por la tarde). Por la mañana se juega bajo el sistema Fourball: cada uno de los cuatro jugadores juega su propia bola y se cuenta para ganar el hoyo la mejor de cada pareja.
Por la tarde se juega bajo el sistema Foursome: cada pareja juega una misma bola que van golpeando alternativamente hasta acabar el hoyo. El partido lo gana la pareja que gane más hoyos bajo un recorrido de 18 y cada hoyo se gana haciendo menos golpes que la pareja contraria.
Cada capitán (que es elegido por su propio comité) elige las parejas que participan en cada modalidad, pudiendo repetirlas o no. Es decir, que no tienen por qué jugar todos los componentes del mismo equipo. El capitán reparte números del 1 al 4 a cada pareja de tal modo que éstas se enfrentan con su rival por el número que tengan.
El último día se disputan 12 partidos individuales. En este caso sí juegan todos los seleccionados. Los capitanes numeran a todo su equipo del 1 al 12 y lo entregan en un sobre cerrado. Los jugadores se emparejan el domingo según ese orden